Ya estoy de vuelta, de vuelta en el blog, porque en realidad nunca me fui, al contrario, he estado más cerca e intensamente que nunca.
Miriam llegó un jueves. Amigas desde un 12 de Enero, fotógrafa y vídeoWoman, la mejor de las mejores, aterrizó en Málaga para aportar su granito de arena a DISTRITO 5. La emoción de reencontrarnos, de trabajar juntas…
¡Las bienvenidas en los aeropuertos es algo que me gusta especialmente!
Habíamos pensado pasar por el barrio antes de ir a casa pero estábamos cansadas, el vuelo había llegado con retraso, así que al final, decidimos organizar el trabajo para los próximos días.
Sin darme cuenta, durante todo este año, había creado una especie de recorrido ritual en mis encuentros en Palmilla, hablando e intercambiando ideas con Miriam, decidimos hacer un mapa que más o menos localizase los lugares en los que queríamos grabar.
Palma Palmilla es una gran desconocida. Sobretodo para aquellos que sólo han oído hablar de ella. Yo sabía que trabajaríamos a gusto pero la experiencia superó cualquier expectativa, la bienvenida de todos fue espectacular, la energía positiva y la colaboración de diez. Estiramos los días a todo lo que nos daba el alma, acortamos horas de sueño para exprimir la luz al máximo (nuestro Sur tiene una luz increíble).




4 ó 5 días programados de trabajo que se transformaron en 15, sol, frío y lluvia, en un mes revuelto, todo junto desde una moto amarilla que nos salvó los pies y esperaba paciente por las calles.




Han sido unos días súper intensos, Palmilla es un micromundo, rico, colorido, ruidoso, bailongo, fuerte, espontáneo, inocente a veces, vivo, escondido, sufrido, amado… es todo y mucho, concentrado como una pastilla de caldo. Nosotras, al final, solo pudimos agradecer y agradecer.
















Cada noche al volver a casa, nos sentíamos privilegiadas de escuchar y vivir en primera persona las historias de cada uno de vosotros. Volver con el corazón lleno y agujetas en los mofletes, un día, otro, y otro… llegar cansadas, echas polvo pero deseando irnos a la cama para volver a empezar al día siguiente.
¡¡tan felices!!



Además, aprovecho para dar las gracias a «MI PRIMA MIRIAM» «LA MAESTRA DEL NORTE (¡¿EL NORTE, QUÉ RARO?!)», que ha sido una compañera incansable de la que siempre aprendo, mi otro yo que me complementa. Ya sabes, te estamos esperando.