El martes conocimos por primera vez a esta «tarjeta de memoria antigua que guarda solo 24 fotografías». Decidimos que era el momento de que nuestros reporteros se enfrentaran a la fotografía analógica. Que vieran, tocaran y se familiarizaran con la historia reciente. Los más pequeños nunca habían visto un rollo de película, no tenían ni idea de que las imágenes pudieran quedar fijadas en ese papel brillante y marrón.
Cargamos nuestras cámaras analógicas, pusimos pilas y empezamos a fantasear con la idea de cómo gastar nuestros disparos, «yo voy a disparar tres al día, así cada día tendré tres intentos y me sobraran 3 más» decía Uche… una manera de reflexionar antes del disparo, de poner en práctica todo lo aprendido.
La próxima semana veremos resultados ¡estamos impacientes!